viernes, 25 de enero de 2013

TOM FORD


Ocurrió en la presentación de su colección primavera/verano 2011, pero no puedo quitarme las imágenes de la cabeza…






La voz de Karen Elson hace que se enciendan las luces. Él aunque aparenta estar tranquilo esconde en su mirada un leve nerviosismo que nos hace convencernos de que es mortal.




Pretty Babies provoca una sonrisa a todo ser presente en esa sala, incluso a la mujer de hielo (Anna Wintour) que, como siempre, desprende elegancia desde el front row.  El hombre que junto a Carine Roitfeld y Mario Testino elevó a la casa Gucci a la máxima potencia no se conforma con modelos, él quiere más, a las bellas, a las reales. Ellas: jóvenes, maduras, especiales… se contonean luciendo obras de arte en forma de vestidos y trajes que las hacen aún más singulares.





Dos años antes estrenó A single Man, película con la que terminó de enamorarme. Basada en la novela, que tiene el mismo nombre, de Christopher Isherwood. Ambientada en 1962 cuenta la historia de un profesor universitario de Literatura (George, interpretado por Colin Firth) afincado en Los Ángeles.
George se debate entre la vida y la muerte tras la pérdida del que había sido su compañero sentimental durante más de una década, Jim. Planea su suicidio, pero antes de marchar no quiere dejar ningún cabo suelto, pero el destino no se lo pone fácil.






Kenny Potter (Nicholas Hoult) es uno de sus alumnos, un joven guapo y lleno de vida, que tras una de las clases decide aventurarse e ir a hablar con su profesor. A partir de ese momento, y a través de conversaciones intensas crean un especial vínculo entre ambos. Entre tanto Charlotte, o Charley como la llama el protagonista, que es su mejor amiga, aparece en escena. Enamorada de él desde su juventud, intenta recuperar lo que un día vivieron en Londres.



Y ¡hasta aquí puedo leer!




El meticuloso cuidado del vestuario y los escenarios es razón de peso para ver con tranquilidad esta deliciosa película, en la que los actos se van sucediendo lentamente y permiten disfrutar de cada una de las situaciones y personajes, ¡además de la pequeña aparición de Jon Kortajarena!










 Y es que cuando pronunciamos Tom Ford debemos hacerlo con la boca pequeña. Convierte en oro todo lo que toca y es capaz de combinar la moda y el cine sin descuidar un solo detalle. Su saber hacer y su visión empresarial le llevaron a recurrir al porno chic durante sus años en Gucci, y a utilizarse a sí mismo para sus campañas publicitarias.





 Su trabajo siempre brilla por la exquisitez y la forma de mezclar estilos de épocas anteriores con la volatilidad de las tendencias. 



El lanzamiento de su propia firma, junto con el apoyo de Domenico de Sole, en 2005, no dejó indiferente a nadie. El ingenio con el que domina el mundo de la moda me hace cuestionarme si se acerca el día en el que toque techo, o si su expansión solo acaba de comenzar.







MACFERGA 
 













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